Un día para recordar:

Por fin puedo sentarme tranquilamente y poner un poquito al día el blog.



Empezare por contaros que el jueves pasado día 28 recibí la visita en mi ciudad de Patricia. Una persona encantadora que aunque aun no nos habíamos visto en persona, conectamos muy bien desde el primer día que nos conocimos en el foro de autoras.


El día comenzó temprano a pesar de tener el despertador a las 9:00 de la mañana desde las 8:15 ya no podía dormir así que di por comenzado el día.
La cita era a las 10:50 de la mañana en la estación Delicias. Así que después de desayunar y organizar un par de cosas de ultima hora y asegurarme de llevar en orden las tarjetas del autobús y algo de suelto, mi hermano y yo nos encaminamos a la parada del autobús.
Conforme se acercaba la hora mis nervios se disparaban así que puse en practica el consejo de mi padre y pareció funcionar (hacer inspiraciones e ir soltando despacio el aire).

Por fin llegamos a la estación tras un pequeño retraso del autobús y nos encaminamos a buscar la tienda en la que habíamos quedado para encontrarnos.
Por desgracia aunque la estación funciona a pleno rendimiento esta bastante vacía y tristona en lo que se refiere a galería comercial, así que para no dar vuelta a todo el recinto le pregunte a alguien de seguridad por la tienda y nos encamino directamente hacia allí.
Los nervios parecían querer asaltarme de nuevo pero no paso y estaba deseando ver a Patricia.
No dejaba de mirar hacia todos lados por si la veía y por fin en pocos minutos nos encontramos. Fue curiosos y anecdótico porque mi hermano la vio antes que yo pero me descoloco un poco. Mientras yo miraba hacia otro lado mi hermano que es muy salao me soltó “la rana” y claro yo le respondí “donde”. Pero no vi. la ranita que era la clave para reconocernos. Me encontré directamente con la mirada de Patricia que se acercaba a nosotros.
Fue emocionante y lo raro es que no hubo lágrimas (soy emocional lo reconozco).
Creo que a las dos nos preocupaba el no saber de que hablar pero enseguida estábamos charlando como si nos conociéramos de toda la vida. Después del saludo y los besos de rigor nos fuimos rumbo a la parada del autobús para volver a casa y que dejara el peso antes de hacer nada más, por que si ,si la pobre llego cargadita de libros para prestarme y no era plan de llevármela al centro con ese peso.
Le presente a parte de mi familia, dejamos los libros que por cierto todos tienen muy buena pinta y nos marchamos a por el pan para la comida. Así de paso pudo ver algo del barrio aunque solo fueran varias calles.

De vuelta en casa y con todo ya en orden nos fuimos tod@s a la plaza de las catedrales para ver por lo menos la basílica del pilar. Allí compramos unas cintas que llevan las medidas de la virgen, las cintas se dejan una noche apoyadas sobre la columna de la virgen y se las bendice, se dice que son pequeños mantos para quien quiera llevarlos cerca.
Ya se sea creyente o no se dice que si te la regalan te dará suerte así que aproveche para comprar algunas que tenia pendientes y por supuesto para Patricia. Para mi no cogí ninguna por los explicado anteriormente pero Patri me la regalo. Se llevan en los retrovisores de los coches, monederos, carritos de bebe, atada a la maleta y en cualquier lugar donde las quieras colocar.

Después del paseo nos vamos para casa a comer y seguir charlando de toda clase de cosas, no paramos y por supuesto tuvimos tiempo para acordarnos de nuestras sombritas que sabíamos estaban deseando que les contáramos todo con detalle y alguna fotillo.

A las 16:10 nos marchamos hacia la estación de nuevo ya que un rato mas tarde salía el tren de vuelta para Madrid.
La despedida fue emotiva también y cerraba con broche de oro un día agotador pero que valió mucho la pena.


Conclusiones:


Aunque acabe muy cansada lo volvería a repetir con los ojos cerrados.
Patricia es una niña encantadora, algo tímida al principio pero tan maja y cariñosa como me imaginaba. Las horas se me pasaron volando con ella.


Patri muchas gracias por todo y por compartir conmigo un día para recordar. Un besote enorme.